Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Paul de Kruif, como médico bacteriólogo que posee grandes conocimientos, no se aparta de la verdad científica, y como escritor de pluma ágil y amena describe en Los cazadores de microbios todos los tropiezos y vicisitudes con que lucharon catorce sabios de distinta nacionalidad, de tendencias y caracteres opuestos; pero todos héroes de la voluntad, hasta llegar a la meta propuesta./n/nEl autor analiza el carácter, cualidades y defectos de sus personajes; adivina sus pensamientos, y establece los diálogos que hayan podido sostener con sus ayudantes; escrudiña sus almas, haciendo resaltar sus reacciones frente a los éxitos y fracasos en sus experimentos./nLos cazadores de microbios es un libro interesante para todos, logra que el lector adquiera conocimimientos científicos acerca de los microbios, y conozca la lucha ardua y constante que han tenido que seguir los investigadores.