El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Ensayar a través de la música del pensamiento, música audile e inaudible, es abrir la ventana que nos permite ver, de pronto, la luz de toda metamorfosis: aquel fuego cuyo fin fin es devorar una hoja de papel.