Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En el Puerto Alegre de los años veinte se desarrolla esta implacable alegoría de las dictaduras latinoamericanas.El viejo león, tirano de la isla caribeña de Arepa, en vísperas de su quinta reelección se dispone a decretar una presidencia vitalicia. En el centro de esta conspiración política, el magnicidio, varias veces frustrado, desatará una de las más vigorosas críticas al poder dentro de la obra de Jorge Ibargüengoitia, autor imprescindible para la literatura hispanoamericana.