Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En la memoria de Mario Conde todavía brilla el recuerdo de aquella tarde de 1960, en Cojímar,
cuando tuvo la ocasión de ver a Hemingway en persona y, fascinado, se atrevió a saludarlo.
Cuarenta años después, Mario Conde regresa a Finca Vigía, la casa museo de Hemingway en las
afueras de La Habana, para enfrentarse a un extraño caso: en el jardín de la propiedad han sido
descubiertos los restos de un hombre que, según la autopsia, murió de dos tiros en el pecho. Junto
al cadáver aparecerá también una placa del FBI.
Mientras Conde trata de desentrañar lo que sucedió allí en una noche decisiva de octubre de 1958,
el lector asiste a los últimos años del escritor norteamericano, a sus obsesiones y a su entorno
habanero, desde donde refulgen algunos objetos inquietantes, como un revólver calibre 22 que el
escritor guardaba envuelto en una prenda íntima de Ava Gardner.
Un interesante ajuste de cuentas de Mario Conde con su vida y con sus ídolos literarios,
pero también una punzante e inolvidable recreación del Hemingway ególatra y
contradictorio, acorralado por sus recuerdos y remordimientos, en los días previos a su
suicidio.