En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
Predomina en El reposo del fuego un agudo sentimiento de fugacidad de todo lo existente; lo más precioso que tenemos es nuestra fugacidad. Pacheco (1939) descubre que no somos eternos como nos habían enseñado, sino seres fugaces. Se trata de un gran poema unitario, dividido en tres partes o cantos, en el que José Emilio Pacheco (1939) se revela en plena madurez de sentimiento y de expresión.