Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Este es el único libro de cuentos que escribió como tal Jorge Ibargüengoitia, aunque más bien se trata de una serie de ficciones sobre un fondo autobiográfico. Como el resto de su obra narrativa, en La ley de Herodes el autor exige al lector su total complicidad, y como justo premio le otorga el inigualable regocijo de experimentar con el protagonista un merecido desquite o una maliciosa venganza, sin piedad, sin misericordia y eso sí, con excesivo sarcasmo.