En esta obra el autor realiza preguntas como ¿Acaso tienen las artes un origen común?, ¿Hay correspondencias entre la danza y la pintura?, por lo que plantea que el origen de las artes puede ser un tipo de relación de nuestra especie con el mundo, un momento fundacional, complejo y trascendente, al que llama embriaguez. Las artes vendrían siendo, entonces, variaciones sobre esa embriaguez fundamental; las artes no son el tema principal de esta libro, son su esencia.