Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
55 viñetas de la Guerra de Independencia
Curas ilustrados y con hijos, boticarios de pueblo,
músicos, licenciados,
notarios, pequeños comerciantes, administradores de correos, soldados
que nunca habían hecho guerras, un arsenal de una docena de
lanzas: una conspiración que parecía condenada al fracaso, repleta
de indecisos y rodeada por traidores.
Cada uno puede celebrar la Independencia a su gusto: a Paco Ignacio
Taibo II le atrae la idea de reconstruir nuestro santoral laico, recuperar
abuelitos alucinados en guerra de hombres libres, humanizar
personajes, difundir rumores, contar anécdotas. Acercar el pasado
para poder tocarlo. Quizá sea el momento de decir: «¡Viva el cura
Hidalgo y sus amigos! ¡Vivan los héroes que nos dieron patria! Sus
fantasmas siguen entre nosotros».