Blaise Pascal (1623-1662) hombre de su tiempo, concilió el estilo del pensamiento directo con el arte de una retorica persuasiva, que empleaba a un tiempo la paradoja, el asombro y la sorpresa. Esta caracterÃstica estarÃa presente por igual en los dos objetos de su estudio: las ciencias fÃsicas y la antropológica cristiana.
Muchos de los interrogantes irresueltos de nuestros días, como el de la distinción entre mente y cerebro o el misterio de la conciencia, hunden sus raíces en una historia y un debate de siglos. En Alma máquina, George Makari nos narra cómo en los albores de la modernidad el concepto de alma fue poco a poco sustituido por el de mente, y cómo esta fue desligándose de lo divino para devenir natural, biológica. La mente parecía situarse en un lugar intermedio entre el alma y el cuerpo, entre lo etéreo y lo mecanicista, sin ser ninguna de las dos cosas. El nacimiento de la mente moderna vino acompañado de duras pugnas religiosas, filosóficas y científicas, fue un camino lleno de avances y retrocesos, muchas veces estrechamente vinculados a los vaivenes históricos, políticos y sociales del momento, tal como ocurrió, por ejemplo, con la Ilustración o la Revolución francesa.