Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
La historia de Julek es tan increíble que solo él puede explicarla. Y solo él puede hacerlo con esa mirada de niño: tierna, triste y cómica; a veces cándida y otras demasiado madura; entre el Diario de Ana Frank y La vida es bella. La mirada de un niño que cambia tres veces de nombre, viaja por toda Europa y sufre el fanatismo de demasiadas banderas. Tiene dos armas secretas: sabe reírse y también sabe hablar el idioma de los perros.