Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Con la misteriosa desaparición de Fanshawe, amigo de la infancia del narrador, éste recibe la
extraña petición de decidir cuál de los manuscritos que Fanshawe redactó a lo largo de los años es
merecedor de ser publicado. Y es que el mismo escritor encargó a su mujer que, si algún día él
faltaba, debería buscar a su viejo camarada para tal misión. Mientras el narrador se sumerge en la
obra de su amigo, irá absorbiendo también sus vivencias y sus recuerdos.
Con La habitación cerrada Paul Auster concluye La trilogía de Nueva York, una obra que
reconfigura la concepción de las novelas de detectives.