Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Con la misteriosa desaparición de Fanshawe, amigo de la infancia del narrador, éste recibe la
extraña petición de decidir cuál de los manuscritos que Fanshawe redactó a lo largo de los años es
merecedor de ser publicado. Y es que el mismo escritor encargó a su mujer que, si algún día él
faltaba, debería buscar a su viejo camarada para tal misión. Mientras el narrador se sumerge en la
obra de su amigo, irá absorbiendo también sus vivencias y sus recuerdos.
Con La habitación cerrada Paul Auster concluye La trilogía de Nueva York, una obra que
reconfigura la concepción de las novelas de detectives.