Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Un hombre deja sin comer durante tres días a la perra de su hermano, por miedo a que ella lo ataque, mientras el hermano prodiga cuidados a su madre moribunda; otro hombre finge interesarse en comprar el departamento donde pasó su infancia, cuando en realidad sólo quiere imponer a los inquilinos que lo ocupan la misma disposición de los muebles de cuando su familia vivía ahí; una apacible carrera rutinaria en una pista de atletismo degenera en una batalla tribal por la supervivencia, al descomponerse el alumbrado; dos hombres que no se conocen esperan dos camiones que viajan en sentido opuesto en un páramo desierto y, bajo el calor calcinante, terminarán por intercambiar sus destinos. A través de las historias que conforman este libro, Fabio Morábito nos demuestra que la normalidad de la vida cotidiana es cualquier cosa salvo uniforme. En sus cuentos, la capacidad para torcer a través de detalles nimios el curso de los acontecimientos más comunes desemboca en situaciones extremas donde la desesperación y la comicidad van a menudo de la mano. Y, por encima de todo, el tema de fondo de todos los libros de Morábito la soledad, con sus momentos siniestros y también sus instantes luminosos