Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Una característica extraordinaria que encuentra Mariátegui en Chaplin es que el arte de Chaplin es gustado, con la misma fruición, por doctos y analfabetos, por literatos y por boxeadores. Tiene razón. Eso se da hasta nuestros días. Chaplin siempre gusta, siempre hace reir a todo el mundo. Es un arte que traspasa la clases sociales y las fronteras culturales, por lo menos en occidente.