Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
El método de Marx se había instituido ya que era el método dialéctico. Ya no se trataba, pues, de saber lo que decía Marx en este inesperado texto, sino de que Marx tenía que decir lo que decía el marxismo; aunque fuera con calzador, sus palabras tenían que encajar con los postulados del materialismo dialéctico y del materialismo histórico. Pero el problema es que el texto no se dejaba acoplar tan fácilmente.