Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Así empieza una de las historias de amor más maravillosas de la literatura universal. Un amor no correspondido durante medio siglo con un pueblecito portuario del Caribe como escenario. El Nobel de Literatura nos presenta la mágica relación entre Fermina Daza y Florentino Ariza como una mezcla tropical de plantas y arcilla, que el maestro moldea y con las que fantasea a su placer entre los territorios del mito y la leyenda. Los jugos, olores y sabores del trópico alimentan una prosa alucinatoria que se ha ganado el favor de miles de lectores en todo el mundo.