Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Lillian Hellman realiza a través del personaje de Sarah Cameron una evocación de su cómplice literario, Dashiell Hammett. Para muchos, este texto adopta la forma de una confesión cifrada. Pero lo cierto es que los límites entre realidad y ficción son difíciles de determinar.