Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Al soldado se le ve casi siempre desde lejos: despersonalizado, en los desfiles. Cuando se habla de él, la mención toma la forma generalizada de heroicos Juanes. Lo mismo ocurría a principios de siglo cuando los pelones, soldados rasos, eran un mero decorado para que se lucieran los altos jefes entorchados de oro, tocados con un casco emplumado y graduados en las escuelas militares de Prusia. También se les temía: las órdenes que debían cumplir eran con frecuencia crueles.