Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Eugenio Aguirre se revela como el cronista más desenfadado y divertido con esta ingeniosa novela que repasa las mejores anécdotas de la ciudad de México y sus habitantes en la segunda mitad del siglo XX Distrito Federal, c. 1940. Don Gastón Suplice finalmente ha logrado procrear un descendiente, y a pesar de no soportar a los niños, lo criará con todos los lujos que su caudal le permita hasta hacer de él un auténtico junior. Mientras su padre se dedica a los negocios con habilidad de tiburón, el muchacho vive la vida loca en compañía de niñas popis y ricos herederos, pero también de algunos proletarios con quienes descubre que México es más grande que esa burbuja de abundancia y desenfreno que lo rodea. Caifanes finos, próceres de la transa de cuello blanco, del compadrazgo y el amiguismo, rebeldes sin causa pero a modo, hippies por aburrimiento, adictos a las gringas de Acapulco y a las modas pasajeras, a los apellidos rancios y a todo lo que sea pípiris nice así es el particular y fascinante mundo de Los burgueses