Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
an pasado tres años desde la última vez que se vieron. Ahora, Leah está a punto de cumplir su sueño de exponer en una galería.
Y, pese al pasado, Axel necesita formar parte de un momento como ese.
Cuando sus caminos vuelven a cruzarse, Leah tiene que tomar decisiones que pueden cambiarlo todo, porque, a pesar de lo que ocurrió, los recuerdos de toda su vida siguen ahí; intactos, bonitos, únicos. Colándose en cada grieta que aún no ha cerrado.