Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Los seres de carne putrefacta y una brea negra que sale de las heridas abiertas, los que ya no viven, pero tampoco están muertos, ésos a los que llaman los carcomidos, son los que están acabando con el pueblo entero. Allí viven Cristina, Esteban y Arturo, quienes sobrevivieron a esta epidemia después de que sus padres murieran, pues esta enfermedad, por alguna razón, no afecta a los niños ni a los adolescentes. Para colmo, un día desaparece Natalia, la hermana de Cristina, sin dejar rastro alguno. Con el tiempo, el aislamiento del pueblo, la comida que escasea y los ataques cada vez más frecuentes de los carcomidos obligan a los tres amigos a tomar la difícil decisión de quedarse a resistir en su hogar o emprender la huida a la isla un lugar del que se rumora, puede ser un refugio para los sobrevivientes de la carcoma.