Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Fusiles con culatas de roble rojo y las aulas de una vieja facultad europea. Exploradores, kirguises y la memoria de un desencuentro. El peor sastre indio al servicio de la corona británica. Un aeroplano de segunda mano que logra llegar hasta oriente, aproximando a su piloto a la cima del Everest. Soldados amnésicos, aventureros a disgusto y exiliados de sí mismos. Sociedades geográficas y naufragios. Desde el corazón de Edimburgo a Darjeeling o Capadocia, Las antípodas y el siglo es el viaje indemostrable e insólito que alguien emprendió hasta ese punto del que ya no se puede regresar, y lo contrario.