El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Cuatro jóvenes en medio de una cruzada por las palabras; esta es la premisa de Jesús Díaz para construir la historia de esos aprendices en busca de un sueño: la edición de un suplemento literario. En medio de la refriega por conseguir su objetivo, brotan los nombres de algunos monstruos de la literatura cubana - Lezama Lima, Carpentier, Guillén, Eliseo Diego y Virgilio Piñera -, quienes sirven de guía a los protagonistas, siempre dispuestos a morir por las palabras