El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Los suicidios ya no sorprenden a la gente. Los que no saltan al abismo se mueren por una enfermedad que, literalmente, los mata de risa. Los vivos no desean más que sumergirse en el dulce sueño enajenado que provee la pastilla milagrosa Fenta, aunque poco a poco ha dejado de ser suficiente