Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Este libro busca distanciarse de todas las interpretaciones que hacen de Foucault un pensador frívolo Nuestra estrategia consiste en colocarlo al interior del criticismo de la modernidad que iniciado por Kant desembocaría en Hegel y luego en Marx Sostendremos la tesis de que tanto la arqueología como la genealogía y la ética son intentos que parten de una experiencia personal por escribir una historia crítica que escape a los axiomas filosóficos que inconscientemente animan la historia tradicional A este intento radical lo hemos llamado la fuerza de la crítica
Foucault está lejos de poder ser reducido a un pensador nihilista Él es por el contrario el proyecto más potente en nuestros días para pensar juntos e indisociables lo histórico y lo sustancial.