El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
De un lado de la balanza, militantes extraordinarios como Olegario Chávez y Eladio Pintos; del otro, los sacerdotes del partido. Como transfondo, los procesos y purgas en la URSS, una huelga en la ciudad de México, el asesinanto de un prestamista, proletarios en la lucha, los hilos que teje el cabecilla fascista y las figuras goyescas del padrote, el enano y la puta.