Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Por mucho tiempo, al debatirse con pasión acerca del lugar histórico de las sociedades esclavistas y su función dentro del surgimiento de la civilización, el enfoque del problema había sido fundamentalmente jurídico, dominado por las figuras del Dueño y del Esclavo. Y esto puede decirse tanto de la esclavitud antigua como de la esclavitud moderna. Su conocimiento del terreno africano, la utilización de un abundante material histórico y antropológico, permiten a Claude Meillassoux ir más allá de ese enfoque y hacernos penetrar en las relaciones orgánicas que vinculan a pueblos, bandas saqueadoras y reinos, clases y sexos. Se trata de relaciones sociales, incesantemente reproducidas en la historia tumultuosa del África precolonial y colonial, que explican la edificación de un sistema social cuyas dimensiones eran impensables hasta ahora. Mediante un análisis riguroso, expresado en un lenguaje claro y ameno, el autor nos muestra su funcionamiento: la naturaleza de los sistemas militares y aristocráticos que se levantan a partir de la organización de la captura, así como sus relaciones de complementariedad y de competencia política con las clases mercantiles que dominan el negocio y administran la explotación mercantil de los esclavos.