Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Vamos tras los pasos de mujeres reales y, esta vez, seguimos la huella de una heroína en las luchas de la liberación que américa le presento a Europa en los primeros años de la década de 1800. Esta vez Juana Azurduy es nuestra antiprincesa del Alto Perú, o nuestra princesa guerrera, tal vez