Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Eluán ha estado en las alturas del Monte Nasar por demasiadas lunas. El Mar de los Dangralos, de agua oscura como tinta, golpea amenazante la montaña. Eluán teme volar; no confía en sus alas. Pronto tendrá que enfrentarse al destino de todos los hombres alados que nacen en el río Berintao y anidan en el Nasar: morir entre las fauces dentadas de los grandes y misteriosos peces de los Drangalos o volar hasta conocer Pantia, el extraño mundo de los sabios de Bakoria y los gigantes jorobados de Dascumo.