Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
"Veinte poemas de amor y una canción desesperada
Pablo Neruda
«Los Veinte poemas son un libro doloroso y pastoril que contiene mis más atormentadas pasiones
adolescentes, mezcladas con la naturaleza arrolladora del sur de mi patria. Es un libro de amor
porque a pesar de su aguda melancolía está presente en él el goce de la existencia». Con estas
palabras define Pablo Neruda este libro que el lector tiene en sus manos, aparecido en abril de
1924, cuando su autor tenía veinte años de edad. Han pasado desde entonces más de setenta años,
los más prodigiosos setenta años de vida de un libro de poesía en nuestro siglo. Viente poemas de
amor y una canción desesperada es la base de la fortuna literaria de Pablo Neruda. Mientras las
vanguardias se extendían en el mundo artístico, Neruda se refugiaba en los crepúsculos para pasar
de un modernismo en transformación a un neorromanticismo profundamente original. Su conexión
con la sensibilidad adolescente y prorromántica ha puesto de manifiesto un poder de comunicación
basado en su potencialidad creativa, en su facilidad para crear un breviario sentimental de
sensaciones transmisibles y memorables. Como el propio Neruda dice: «Solo he cantado mi vida y el
amor por algunas mujeres.