En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
Liberado de historial literario, fotográfico y cinematográfico de estos emblemas europeos, Venecia y Paris, Flores Olea sencillamente enfoca, define la luz y dispara sobre su objetivo .No es que oculte o niegue las bibliotecas y las fototecas que han hecho la crónica real y metafórica de la antigua Lutecio y de la Serenísima; no, por supuesto, no lo hace como reducto predecible de la desacralización o de estos clientes muy de las ocurrencias del arte de la actualidad. La liberación cultural del fotógrafo mexicano reside en un ejercicio de la liviandad e inocencia.