Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Ahora es la tierra caliente michoacana, el escenario dónde Mauricio Magdaleno hace vivir a sus personajes con la maestría y vigor que le conocemos desde que inició con Campo Celis (1935) su brillante carrera de novelista. Y su tema es el conflicto sicológico producido por el mestizaje. Pero no el de español e india, más estable, y núcleo ahora de nuestra nacionalidad, sino uno de esos mestizajes fortuitos que, por menos comunes, pueden dar lugar a complejos explosivos: el de italiano e india. Cabello de Elote, el apodo, para ella: ominoso, de la protagonista, da también título a la novela. Fue el dulce nombre que en su ternura rural le dio su madre india, cuando tuvo en sus brazos por vez primera a la criaturita blanca y de cabellos rubios, que le deparó el encuentro inesperado con don Felipe Galeri, el colono italiano.