Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En palabras de George Orwell, Rebelión en la granja es la historia de una revolución que sale mal. La corrupción, el abuso de poder, la manipulación de la verdad y el culto al líder acaban con los sueños de libertad, igualdad y justicia de los habitantes de la Granja de los Animales. Hasta los ideales más nobles pueden pervertirse y degenerar en una parodia de aquello contra lo que se luchaba. Con esta sátira feroz de todos los totalitarismos, Orwell nos regala una apasionada reivindicación de la libertad que se ha convertido por méritos propios en uno de los grandes clásicos de la literatura del siglo XX.