El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Así como la humanidad ha evolucionado la sexualidad también lo ha hecho y la forma en la que se concibe actualmente ha dejado de ser únicamente para la procreación y tiene tintes hasta políticos, y qué decir de los religiosos.