Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
¿Sabía usted que el episodio más popular del catecismo católico, Adán y Eva mordiendo la manzana, en la Bibliano figura? que el griego Eratóstenes midió la cintura del mundo, hace dos mil trescientos años, y se equivocó en noventa kilómetros? que Aristóteles escribió sobre la mujer que es un hombre incompleto, y Santo Tomás de Aquino,que es un error de la naturaleza? que hasta 1990 la homosexualidad fue una enfermedad mental, según la Organización Mundialde la Salud? que al entierro de Karl Marx acudieron sólo once personas, contando al enterrador? que hasta el año 2008 Nelson Mandela integróla lista de terroristas peligrosos para la seguridad de los Estados Unidos? que en Haití, según una antigua tradición, el cortejo fúnebre debe conducir el ataúd en zig-zag para despistar al difunto y que ya no pueda encontrarel camino de regreso? que cada dos semanas muere una lengua?.