El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Este libro recoge reflexiones y experiencias que hemos compartido con las ciudades iberoamericanas durante los últimos quince años. Las ciudades nos interrogan a diario y, al responder, comprobamos que cada respuesta enlaza con nuevas preguntas, y ni se acaban los interrogantes ni las respuestas son sencillas y únicas. Pero en todas ellas damos por bueno un común denominador: si la ciudad no se piensa, la gente sufre la improvisación.