El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En la generalidad de los casos, la primera vez que asistimos a un museo en nuestra vida ha sido de la mano de alguno de nuestros maestros, y es que resulta innegable que los museos han representado uno de los complementos mßs valiosos para el proceso educativo.