Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
A medio camino entre el drama y la narración, este título encierra las peripatéticas desventuras de un detective tragicómico que se ve envuelto en un desafortunado enfrentamiento político. Como dice Fernando de Ita: "LEGOM es el satirista mayor de nuestro teatro, tan insólito, tan contemporáneo porque es un escritor clásico, cuyo padre dramático es Esquilo". Aquí hay mucho de picaresca y de retrato de contemporáneos mexicanos que sobreviven arrancando bocanadas de aire a la catástrofe pública que es nuestro horizonte de todos los días.