Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Novela sobre la mezquindad humana, esta obra tiene por hilo conductor la filosofía del Humanitismo que el autor propusiera inicialmente en Memorias póstumas de Blas Cubas (1881) -primera parte de la trilogía en la que se incluyen esta novela (1891) y Don Casmurro (1899). Este sistema de pensamiento, que declara el principio de la sobrevivencia del más fuerte a través de la frase "Al vencedor, las papas", resume las ambiciones del hombre, constantes en la narración. La obra describe el veloz cambio de rumbo en la vida de un ingenuo profesor cuando recibe de parte de uno de los personajes de las Memorias, el excéntrico Quincas Borba, una rica herencia en propiedades, dinero y un leal perro. Atrapado en el ambiente de intereses, amores furtivos y vicios de la sociedad cortesana, el ex maestro Rubiao pronto se ve consumido por los mismos impulsos sórdidos de sus compañeros y termina por expresar la inevitable debilidad de su carácter. Esta historia es, así, un retrato pesimista de la humanidad y sus miserias; sin embargo, por otro lado, muestra la lealtad de la que es capaz el perro que acompaña al amo en toda situación. Sin los defectos de las personas, el animal ejemplifica aquellas que podrían ser las potencialidades de nuestro género.