La casa u hogar despliega una retórica arquitectónica y un modo de pensar los espacios interiores o exteriores que la conforman, como las habitaciones o el jardín. Los balcones dan al jardín o a un huerto, se divisa desde ellos el mar de fondo? Se trata de establecer un vínculo identitario entre la casa y el sujeto, vínculo que tiene que construirse, edificarse, reestructurarse, repararse, reformarse. Igual que una casa cualquiera. Correa de transmisión en ese vínculo es el estado de ánimo, la mirada con la que se afronta esa realidad, ese paisaje del que no formamos parte sino del que somos protagonistas. Y el jardín nublado se presenta como un correlato de nuestro estado de ánimo igualmente nublado. Nada hay eterno, reza la máxima lucreciana, y la cita nos sirve para espolear todo el pensamiento epicúreo que rebosa de la poesía brineana, cuyos temas centrales son el paso del tiempo, la decadencia de todo lo vivo y la degradada condición del ser humano sometido a sus limitaciones. Jardín de niebla permitirá a los lectores conocer la obra de una de las cimas de la poesía española del siglo XX, perteneciente a la ?generación de los cincuenta?, a la que pertenecen también Ana María Matute y los hermanos Luis y José Agustín Goytisolo.