Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Sus tres pequeños poemarios tratan de transmitir esa paz interna que se obtiene después de la ardua tarea del autoconocimiento, pero a la vez representan la inquietud de lo no encontrado, lo añorado y lo extrañado, con ambientes por demás sencillos, llenos de paz, tranquilidad y pureza.