Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Ésta es la historia del viejo juez Fox Clane, encarnación de la firmeza patriarcal sureña, su nieto adolescente Jester, Sherman Pew, un chico negro que ejerce una fascinadora atracción sobre ambos, y J. T. Malone, quien, desahuciado por los médicos, descubre que el verdadero peligro del hombre no es morir sino perderse a sí mismo. La última novela de Carson McCullers, su obra más impresionante (The Atlantic Monthly), relata los destinos cruzados de cuatro memorables personajes cuyas vidas son un fiel reflejo de las injusticias sociales, la soledad espiritual y la naturaleza confusa del amor en el turbador sur estadounidense de los años cincuenta. Carson McCullers, una de las grandes maestras de la literatura norteamericana, supo iluminar como nadie la fragilidad y el silencioso esplendor de la existencia. En Reloj sin manecillas, con más profundidad que nunca, examina el corazón humano con una compresión que va más allá del conocimiento, y una compasión que va más allá del sentimiento, Tennessee Williams.