Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
En Zanjón de la Aguada, Lemebel toma la voz de las minorías sexuales, de los habitantes de las
poblaciones periféricas, de los desposeídos, de las mujeres, para entregar una denuncia moral, una
invitación a mirar lo que más nos duele: ese Chile que carece de oportunidades, ese al que los
discursos políticos no tocan, pues sigue siempre igual. Pero el autor no mira esta realidad de forma
dramática, sino que lanza sus dardos llenos de ironía, mostrándonos que la indiferencia y el
arribismo son enfermedades más agudas que la pobreza.