Siempre he dejado que el pasado dicte mi futuro, que cree una imagen falsa de lo que no soy y me arrastre hacia donde no quiero ir. Drake Chambers es tan arrogante y cabezota como yo. Al ser quarterback en el equipo de la universidad, una estrella nacional, creí que solo era uno más de esos chicos de los que toda chica en su sano juicio debería huir. Pero no solo lleva el peso del fútbol sobre los hombros. Y ha descifrado los sentimientos y creencias a los que tanto tiempo me he aferrado.