El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El 18 de marzo de 1978 acudí a los festejos de la expropiación petrolera en ciudad Madero. Lázaro Pizarro ocupó el estrado junto a La Quina, aunque en un claro segundo plano. Roibal me buscó al mediar el acto. Característicamente, no lo sentí llegar ni deslizarse hacia mí, sino hasta que me tocó por la espalada en un costado. Igual hubiera podido apuntarme con una pistola:
- Dice el jefe si se anima a platicar con él un rato- preguntó con un dejo de burla.
-Donde quiera- contesté sin darle tiempo.