Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Esta obra no sólo es un homenaje a la vida y la obra de Yukio Mishima, el novelista, dramaturgo y activista japonés que cometiera el haraquiri de manera pública como un medio de protesta extrema. Mishima nos acerca a los tiempos de muerte y a los tiempos rituales del teatro japonés desde una versión contemporánea, hecho que destacara el director Abraham Oceransky en la memorable puesta en escena de este texto.