En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
Lucinda Urrusti no tiende a generar ruido para llamar la atención. Pero su silencio no significa que desconozca las expresiones artísticas y estéticas contemporáneas. Tiene su propia visión y es determinante: "Nos invaden posiciones artísticas que son fáciles, rápidas, gritonas, violentas... Un enorme porcentaje de nuestros artistas pretenden demostrar que son jóvenes, valientes, revolucionarios y novedosos. Todo esto a través de creaciones que no implican cualidades permanentes. Y el arte, intrínsecamente, debe ser permanencia". Un analisis de conjunto de su producción permite advertir asombrosas realidades: No sólo que no ha dejado de producir sino que vive en ella un espíritu de búsqueda y de hallazgo, que le da un lugar dentro de las expresiones artísticas actuales. Más recientemente ha explorado con la cerámica y el arte objeto -con resultados muy originales-; y aún sueña con disponer de tiempo para retomar las técnicas del grabado que ha dejado pendientes.