Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Este libro no cubre con totalidad de los problemas de la lógica formal. Ha reducido su objeto, en consideración al tiempo de estudio que se le ha designado, a la teoría del razonamiento deductivo enfocado en su nivel básico: el silogismo categórico. Al ponerlo en manos del estudiante de la Escuela Preparatoria, en una sola reflexión bastara para destacar la importancia que el objeto propio de la lógica, ninguna otra disciplina a de colaborar más directamente en la búsqueda de la claridad, el orden y el rigor, sin los cuales no es concebible la actividad intelectual, el progreso del saber y su fruto especifico, la ciencia. Con plena justicia, fue llamada la lógica por los filósofos antiguos la ciencia de la ciencia.