Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Un dragón que toma coca cola, una ciudad gobernada por políticos corruptos e incapaces, un jefe de policía alcohólico y aficionado al teibol, una prensa amarillista; una joven punk en peligro y un inesperado héroe en patineta son los elementos de este cuento que recrea, con gran sentido del humor y cierto pesimismo fatalista, el legendfario mito del cabellero y el drágon