Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En el panorama de la narrativa castellana renacentista, poblado de hechos heroicos, caballeros andantes, pastores idealizados y exóticos temas moriscos, irrumpe a mediados del siglo XVI La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, que supone en realidad el punto de partida de la novela moderna. Su carácter innovador no se limita a la técnica narrativa, sino que concierne también a las formas expresivas y a la creación de un personaje literario, el pícaro, y del género al que da nombre, que constituye sin duda la más original aportación española a la literatura europea. El texto fijado, que toma en cuenta los datos aportados por la edición de Medina del Campo -a última descubierta, se completa con una serie de útiles apéndices.